Los restos de la antigua civilización maya se dispersan a lo largo y ancho de la península de Yucatán. Desde Cancún, una de las mejores excursiones arqueológicas es a las Ruinas Mayas de Chichen Itzá, donde el edificio más prominente es la Pirámide de Kukulcán.
En ediciones anteriores (ver REGION® Nº 1.257, Nº 1.258, Nº 1.259, Nº 1.260 y Nº 1.261) reseñamos diversos aspectos de la “Riviera Maya” mexicana, porción costera bañada por el Mar Caribe en la Península de Yucatán.
Hablamos de Cancún, Isla Mujeres, Playa del Carmen, Cozumel y alrededores.
Como cierre, en esta sexta y última parte le dedicamos un espacio a un sitio emblemático de los restos de la antigua civilización maya: “Chichén Itzá”.
Tras 5 notas dedicadas a Cancún, Isla Mujeres, Playa del Carmen, Cozumel y Puerto Morelos, nos introducimos en la historia de la región norte de la península de Yucatán, una leyenda fascinante de los pueblos mayas y españoles.
Encuentros mayas
Cancún se reconoce como la entrada al Mundo Maya, una región geográfica extensa que comprende cinco estados mexicanos (Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Tabasco y Chiapas) y cinco países (México, Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador). La evidencia arqueológica indica la presencia de una cultura maya que se asentó por lo menos desde 1800 a.C. (los mayas florecieron entre el 200 a.C. y el 1000 d.C.). Los antiguos mayas se referían a ellos mismos como los “niños del Mayab” o los “habitantes de la Tierra de los Elegidos”. Abundaban sus asentamientos sobre la península de Yucatán y disminuían en el sur de América Central.
“El Rey” en Cancún
En la ciudad misma de Cancún se puede visitar algunos vestigios arqueológicos como “El Rey”, que se encuentra junto al hotel Sheraton Cancun Resort and Towers. Conocido por algunos como el patio de juegos de los antiguos mayas, vivió su auge durante el período postclásico (1250-1630 d.C.). El sitio incluye plazas rodeadas por edificios y plataformas conectados por un camino de 200 metros aproximadamente. En el punto más alto de Cancún, yace “Yamil Lu’ um”, un sitio que consiste en dos templos pequeños que probablemente fueron utilizados como atalayas y faros hace unos 500 ó 700 años.
La maravilla arqueológica de “Chichen Itzá”
La zona arqueológica de Chichén Itzá, en Yucatán -ubicada a menos de 200 km de Cancún-, es Patrimonio Cultural de México, y debido a su importancia fue reconocida internacionalmente, al ser declarada y quedar inscrita en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en 1988.
Esta ciudad prehispánica fue la capital más sobresaliente del área Maya. A la llegada de los españoles se constituía como el centro de culto y de peregrinación más reverenciado de la península. En la actualidad es un Centro Sagrado para los mayas y una fuente invaluable de datos para el conocimiento del pasado prehispánico. Por su belleza y singularidad, es un referente cultural para todos los mexicanos, y en buena medida, un símbolo de identidad indígena y nacional.
Pirámide de Kukulcán
Como destino turístico, visitan Chichén Itzá más de un millón de personas cada año. El edificio más prominente de la metrópoli es la Pirámide de Kukulcán, que se ha convertido en un emblema de la cultura maya en todo el mundo. El área destinada al público tiene una extensión de 47 hectáreas, pero la zona protegida se extiende por más de 15 km2, que incluye la totalidad de los edificios monumentales de la ciudad.
Una visita guiada por sus ruinas, resulta imperdible.
El Cenote sagrado de los Mayas: “Ik Kil”
Luego de visitar Chichén Itzá, el siguiente objetivo obligado es el Cenote “Ik Kil” ubicado a pocos minutos.
Hemos explicado a lo largo de esta serie de notas, que un “cenote” es un hoyo inundado con agua, algunos con una antigüedad de millones de años. Existen varios tipos de cenotes: a cielo abierto, semiabiertos y subterráneos o en gruta. En esta zona de Riviera Maya hay en abundancia y uno de los más reconocidos mundialmente es el Cenote “Ik Kil” -a cielo abierto-, ubicado a tan solo 3 kilómetros de la zona arqueológica de Chichén Itza. Se trata de un maravilloso parque rodeado de plantas exóticas y árboles, hábitat ideal para diferentes aves silvestres.
Un baño inolvidable
El cenote es de grandes dimensiones -60 metros de diámetro-, y se ingresa bajando por escaleras hechas en piedra por donde se accede a las aguas dulces, cristalinas y frescas, cual inmenso “aljibe” de 40 metros de profundidad, donde los turistas pueden arrojarse desde bordes bajos a distinta altura o bien entrar por escaleras, con o sin chalecos salvavidas. A gusto del consumidor. El lugar cuenta con servicio de baños, vestidor, bar, restaurante, alojamiento y sitios de compras. Se sabe que varios objetos mayas de sacrificio, piezas de oro, jade, cerámica, incienso e incluso restos humanos fueron recuperados del pozo entre 1904 y 1910. Actualmente se desarrollan competencias mundiales de “clavados”, donde temerarios deportistas avezados se arrojan al hoyo desde casi 30 metros del altura.