El lunes 18 de mayo, la institución bancaria provincial cumplirá 56 años de su puesta en marcha como «Banco Pampa» en 1959, en la esquina de Lagos y Rivadavia en Santa Rosa. Su fundación fue en el año 1954, cuando La Pampa recién se había convertido en provincia y empezaban a erigirse sus primeras instituciones. Entonces se convirtió en ley, la número 96, la idea de tener un banco provincial. Pero hubo que esperar varios años hasta que se pudiera concretar.
Los tiempos políticos que se agitaron a mediados de los 50 con la caída del gobierno peronista pospusieron su creación y las sucesivas administraciones en la provincia apenas avanzaron en su realización. Recién con el gobernador Ismael Amit en 1958, en época de la presidencia de Arturo Frondizi y el desarrollismo, se promovió el crecimiento de la provincia recién nacida, y el banco fue su instrumento.
Actual presidente del Banco
de La Pampa, Diego Aguirre.
El Banco de economía mixta se convirtió en un proyecto colectivo de muchos pampeanos. Cuando el 18 de mayo de 1959 abrió sus puertas con un emotivo y recordado acto, contaba su planta con menos de veinte funcionarios y empleados. Actualmente es uno de los pocos bancos provinciales que existen en el país y ha logrado una posición de importancia dentro del sistema financiero nacional. La innovación tecnológica, la capacitación permanente, la cultura corporativa y la calidad en la atención son pilares y fortalezas de una institución pionera que cuenta con una planta muy importante de empleados.
Más de medio Siglo
Tras su puesta en marcha hace ya más de medio Siglo atrás, enseguida surgió de los propios clientes la necesidad y la aspiración de incrementar la presencia del banco en toda la provincia a través de la apertura de filiales y más tarde, en los años 70, comenzó a expandirse fuera de los límites provinciales.
A mediados de los años 90, desplegó su capacidad operativa para convertirse en un banco Regional. En 1995 se extendió a las provincias de Buenos Aires, Río Negro, Neuquén y también llevaría su influencia a Córdoba.
El BLP creció en servicios convirtiéndose en una banca moderna y consolidó su presencia social a través de varias actividades que construyeron ámbitos de sociabilidad y de identificación con su comunidad.