La semana pasada sugerimos como salida posible -entre tantas- para una escapada en este receso escolar, una visita a la ciudad de Buenos Aires, estimando la posibilidad como un destino relativamente cercano y atractivo, con toda su oferta cultural de cines, teatros y música; con mucha diversión y entretenimiento y un entorno distinto al ritmo del interior, que se puede disfrutar en los grandes shoppings y atractivos paseos, por la costanera, la zona de Tigre y Parque de la Costa, el parque temático Temaikén (el mayor acuario del país) y otros puntos que ya tratamos. Como las opciones son innumerables, seleccionamos salidas recomendadas partiendo desde la Capital Federal, sitio ideal para alojarse, donde hoy abordamos el Zoológico de Luján o una escapada en barco en el día a Colonia, Uruguay.

El contacto con los animales es el detalle sobresaliente del Zoo de Luján.

Zoo-Luján: un «catálogo vivo» de fauna.
Es una opción inolvidable para toda la familia, ya que es un zoológico abierto, distinto, donde interactuan los conceptos de granja y zoo, porque los animales se pueden tocar, acariciar, mimar o alimentarlos, pudiendo si uno quiere, ingresar a las jaulas de monos, leones, tigres y pasear en un elefante o un dromedario. Todo esto otorga a la visita una ternura única en este tipo de establecimientos. El zoo es abierto ya que la mayoría de los animales, y por el necesario respeto y seguridad entre ellos y las personas, viven en corrales con dimensiones de potrero, en grandes jaulas, o bien pasean en absoluta libertad dentro del perímetro de la institución. Casi todos los animales son accesibles a la gente y acercarse a ellos es posible. Los ambientes del Zoo de Luján permiten que en casi todos los casos los visitantes puedan sacarse fotografías cerca de los animales. Se trata también de un parque recreativo y cultural porque ofrece un generoso espacio natural e infraestructura para el camping, la diversión y el conocimiento. Además, dispone de características de museo ya que atesora verdaderas reliquias ferroviarias, vehículos militares y maquinarias del agro, que combinan con paseos y demostraciones.

También en el zoo se producen encuentros donde los animales parecen haber encontrado el mayor parecido a sus ancestros.

Servicios: Hay instaladas parrillas (de uso gratuito) y se puede acampar. Cuentan con arboleda, baños con duchas, servicio de cantina y parrilla, pileta de natación con quincho y juegos infantiles. Con el costo de la entrada se incluye paseos en trencito, en carreta, en ponys y caballos para adultos, en elefantes y en dromedarios.
Cómo llegar: Yendo desde La Pampa por la Ruta 5, ni bien pasamos Luján, tomar por Acceso Oeste y antes del peaje a la altura del kilómetro 58 comienzan a verse carteles indicadores en las banquinas. Las entradas para esta temporada cuestan: Adultos $ 25; menores hasta los 12 años $ 15, incluye visitas guiadas, acceso a los corrales en los casos permitidos, uso de los juegos de la plaza, mamaderas de leche y frutas para los animales etc. Más información: (02323) 43-5738.

Colonia del Sacramento para ir y volver en el día
Colonia del Sacramento, pequeña localidad ubicada frente a Buenos Aires, sobre el Río de La Plata en la República Oriental del Uruguay, es ideal para un día de visita, partiendo en barco por la mañana desde Puerto Madero.
Son algo más de 3 horas de navegación que con buen clima se disfrutan ampliamente. El regreso es cuando empieza a oscurecer, llegando a Buenos Aires a la medianoche. Visitar Colonia del Sacramento es un viaje al pasado. Por su origen Portugués, su conformación es totalmente extraña en el Río de la Plata.
También son otros los rasgos de su arquitectura original que se conserva, como asimismo, los de su andar ciudadano.
Varias casas antiguas totalmente abiertas para el turista adornan las fabulosas calles coloniales.

Una postal de Colonia del Sacramento, Uruguay, un viaje al pasado de la colonia Portuguesa, totalmente extraña en el Río de la Plata.

Cómo moverse: Lo ideal para recorrer las estrechas callejuelas empedradas, es alquilar un «carrito de golf» a combustible y así poder transitar desde el Barrio Histórico hasta el Real de San Carlos con total tranquilidad y sin complicaciones. Por supuesto que a pié también es posible, de hecho todas las excursiones guiadas son peatonales.
Viaje: La visita en el día en Buquebús -6 horas de navegación en total más los habituales atrasos-, cuesta de pasaje ida y vuelta más impuestos portuarios, $ 102 de lunes a viernes y $ 122 sábados y domingos, por persona, con almuerzo y excursión. Llevar el coche en la bodega por un día es caro, si va a recorrer el país -Montevideo, Punta del Este-, entonces es conveniente.

Interior del barco Eladia Isabel, con la que Buquebús hace sus salidas turísticas a Colonia. Lujo y comodidad se conjugan.

Documentación: Migraciones sólo acepta Pasaporte, DNI o Cédula de la Policía Federal (en buen estado). Menores de edad podrán viajar en compañía de sus dos padres, con Libreta de Familia o Partida de Nacimiento Original. Si es con uno sólo, con autorización legal del otro.
Comidas: Buena gastronomía con atención algo lenta a nuestro gusto, pero con mucha amabilidad. Los precios son similares a los de Buenos Aires y en todos lados aceptan pesos argentinos.