Por iniciativa de Tomás Liberti, vecino del barrio de La Boca e inmigrante italiano, el 2 de junio de 1884 se creó el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de La Boca, con el lema “querer es poder”. A partir de entonces, esta fecha se toma como referencia para celebrar en todo el país el “día del bombero voluntario”.
El diseño del edificio de Bomberos de General Pico es un destacado modelo constructivo. |
Como adelantamos en tapa, este sábado 2 de junio se conmemora el Día del Bombero Voluntario en General Pico, donde se llevará a cabo el Acto alusivo a partir de las 12:30 horas en instalaciones del Cuartel de Bomberos Voluntarios. La Asociación de Bomberos Voluntarios de General Pico que en noviembre cumplirá su 46º Aniversario, está ubicada en la Calle 102 N° 858 y posee un importante edificio de casi 1.400 m2 de superficie cubierta, proyectado en 1996 y ejecutado en 2000.
El diseño fue primer premio en concurso privado. Pertenece al Atelier Lange Monteagudo asociado con Mauro Turín, arquitecto. Obra seleccionada en concurso de las américas por internet Arqa 21.
Publicado en el suplemento de arquitectura del Cronista Comercial:
«Qué lugar ocupan los cuerpos de bomberos en la estructura de la sociedad en nuestras ciudades. Siendo en todo el país -también en nuestra ciudad- trabajadores voluntarios, por tanto existiendo a través de colaboraciones, rifas, etc. las estructuras edilicias con que generalmente cuentan son mínimas. Su presencia dentro de la sociedad pasa desapercibida hasta que se los necesita. No están totalmente insertos en el inconsciente colectivo, esto es, no tienen medios (económicos) - ó si los tienen es en base a un gran esfuerzo - por ende, carecen de presencia. La propuesta -a partir de una construcción existente- intenta resolver dos situaciones, la planteada, o sea la dicotomía entre pocos recursos y la lógica inserción que como una institución intermedia debiera tener en la sociedad, y la instancia funcional. El primer problema se resuelve a través de una imagen institucional adecuada, con fuerte presencia en el entorno y en la ciudad y la concepción del edificio como una totalidad plausible de ser construido en varias etapas con gran economía de recursos. Una barra elevada de cuarenta metros de largo sobre el frente largo, contiene a una cáscara que se percibe por detrás (metálica - más liviana -), cáscara que alberga el espacio principal del cuartel y que explota en su verdadera dimensión sobre el frente corto, produce el cambio de escala con lo que rodea el edificio. En la instancia funcional el proyecto produce un cambio radical en el funcionamiento (tal y como estaba planteado antes de la remodelación). El esquema anterior no permitía un crecimiento sin perjudicar la circulación interna y la correcta y rápida salida de las autobombas. El nuevo concepto es desarrollar un sistema de crecimiento lineal de traslación de los parabólicos existentes invirtiendo las circulaciones. Las funciones de soporte de la actividad de los bomberos se diseñaron sobre las medianeras conteniendo en L el corazón del Cuartel: el gran espacio de estacionamiento de autobombas. La barra elevada termina de cerrar y ,el estacionamiento; es el lado visible. La cáscara metálica (por detrás y abajo de la barra) «desaparece» al abrirse los portones para la salida de las autobombas. Los espacios de menor escala se identifican en sus cualidades formales y materiales: La guardia se diseño como diferenciadora y ocupando un lugar estratégico en la composición total, las escaleras marcan los ritmos. El acceso de los bomberos se hace al costado de la guardia para el control y la escalera inmediata los deposita en el vestuario; el tubo de salida - elemento característico - los devuelve hacia los vehículos».
(www.langemonteagudo.com.ar)
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