Ir a lo fácil no siempre es lo mejor
¿Es fácil ser honesto?
por supuesto que sí.
¿Es fácil ser deshonesto?
No lo es en la medida que
sepamos reaccionar con justicia
frente a quienes nos engañan.
C.B
La cultura de la bondad aplicada cotidianamente facilita la comunicación entre las personas. Eso no significa renunciar a las ideas ni a un trabajo eficiente, sino a no medir en dinero todos los resultados, porque los sujetos no son dimensionables como lo son los objetos.
La contaminación puede ser espiritual y no sólo del agua o del aire.
La corrupción de algunos afecta a la libertad de todos.
Convertir en vulgares los defectos es aceptarlos sin desarrollar la capacidad de modificarlos; es transformar una enfermedad en epidemia contagiosa. Tenemos que aceptar la terapia apropiada para evitar caer en la adicción que nos esclavice.
La honestidad no requiere de un espíritu heroico, sino de un amor a la justicia aplicada cotidianamente. No es necesario sufrir dolorosos sacrificios para ser ecuánimes y equilibrados; basta con abstenerse de actos que violen la equidad frente a los demás.
Quién traiciona a los demás abusa de quienes confiaron en uno, y en el fondo se asemeja a quienes hurtan bienes ajenos, sin violencia, pero también sin derecho a hacerlo.
Carlos Besanson
Entre pulsos e impulsos
Llevar adelante un objetivo y cumplirlo sostenidamente en el tiempo, es la posibilidad de lograr aceptables resultados, además de demostrar que muchas cosas son realizables con empeño y firmeza en los actos.
La fortaleza del pequeño ha sido ejemplificada a lo largo de la historia de la humanidad. La debilidad del grande es comprobable antes que él de se de cuenta y pueda prevenir su caída.
Pero no se trata de describir situaciones de una batalla, sino de recordar y repasar que muchos emprendimientos no necesitan de bombos y platillos para darse a conocer, sino que es la vigencia de sus principios, lo que hace al sostenimiento comprobable del estilo y coherencia que ostentan.
La solidez en las ideas y la permeabilidad a nuevos conocimientos, son características que se aprecian en las personas que adquieren madurez a cualquier edad. Aspectos que también se dan en las empresas y que no se pueden fabricar simplemente con acciones de marketing.
Hay actitudes sociales que han ido perdiendo brillo por su falta de uso y también por omitir su exigencia. La deslucida confianza es un ejemplo. Sabemos que depositada en alguien o algo, es como la novia que llega al altar y espera ansiosa el sí de su prometido. Cuántos sí se convierten en no aunque no lo sean con traje blanco.
Distinguir la honestidad es una labor que lleva tiempo, pero es un negocio redituable: hay poca competencia ejerciéndola. La mediocridad también hace su tarea disfrazándose de celebridad, colocando en ciertas vidrieras lamentables personajes, con un maquillaje que tan sólo los cubre ante espectadores parecidos.
Llegar a la mayoría de edad supone ciertas obligaciones y los beneficios de apreciar un camino recorrido. Diario del Viajero, está orgulloso de los 21 años que cumple acompañando gratuitamente a un importante número de lectores ganados con la persistencia de sus ideales, la honestidad intelectual de su mensaje, el no compromiso con ningún ente y la propuesta de realizar de manera diferente la tarea de informar.
Estamos dando el sí sin impulsos oportunistas. El buen pulso permitirá la continuidad y a eso apostamos con nuestro trabajo y convicciones.
Elizabeth Tuma de Besanson |