El Programa de Avistaje de Ciervos en la Reserva Natural Parque Luro, es durante los meses de marzo y abril, época de celo del Ciervo Colorado, actividad conocida como la «brama del ciervo» (foto), por el mugido ronco de los machos en disputa por formar sus harenes. A medida que el mes de abril avanza, la actividad sexual de los grupos va decayendo y entonces se torna más difícil el avistaje, ya que los animales se exponen menos que en un primer momento. No obstante, el martes 10 salimos por última vez en esta temporada, con Lautaro como guía y nos fue bien.
Previa charla del guía y tras el reparto de binoculares, ni bien salimos, tres grupos de ciervos bien identificados cada uno con su líder, se nos presentó a gran distancia pero en una zona limpia. En un instante, habría por lo menos entre 30 y 40 animales a la vista. Unas pocas corridas de los machos para acomodar el harén de cada uno puso las cosas en orden, mientras bramaban reclamando lo suyo.
Luego seguimos hasta el primer mirador donde no hubo actividad a la vista, pero escuchamos bramar hasta que llegó la noche. Ya sin luz, nos desplazamos hasta la zona de la Ermita, ahí hicimos un buen descanso y los sonidos de la brama fueron espectaculares.
Lo disfrutamos como media hora y luego bajamos el médano, mientras nuestro guía con su linterna iba descubriendo grupos de ciervos en la espesura del caldenal, que se hacían evidentes por el brillo reflexivo de sus ojos. De regreso en el quincho, Pablo García Márquez acomodaba el fuego junto a un costillar vacuno que engullimos con placer...
Para las salidas hay que reservar previamente llamando al (02954) 42-0071.
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