¿Cuál es la mejor opción,
la revolución que destruye
o la transformación que crea?
C.B
¿Somos un buen ejemplo de vida? Mejor que jugarse la vida por sus ideales, es vivir conforme a esas ideas y terminar rechazando, para sí y para nuestro entorno, las que no son válidas éticamente.
El más grande no es siempre el mejor,
es un concepto que siempre doy en mis clases y seminarios. A los asistentes siempre les pregunto ¿si se han encontrado, o cruzado, en estos meses con algún dinosaurio? en cambio ¿cuántas hormigas han visto últimamente en los parques?
¿Qué es ser exitoso?: ¿acumular dinero como un trofeo? ¿ganarle a alguien de cualquier manera, con un juego sucio y tramposo? Los desaparecidos no son solamente los que han fallecido, sino también los que fracasaron totalmente en emprendimientos, por culpa propia o ajena.
Saber discernir entre lo lindo y lo feo no implica optar adecuadamente entre lo bueno y lo malo. A veces, mediante la demostración por el absurdo se puede entender más rápidamente algunos conceptos. Por ejemplo, si conocemos a una persona físicamente hermosa ¿qué camino profesional exitoso le sugeriríamos? ¿la prostitución? La inmensa mayoría de nuestros lectores no darían ese consejo, pero la corrupción no es siempre callejera, hay
otras actividades, que si bien no entregan el cuerpo, anulan la mente y el espíritu.
El que interviene en juegos de azar extravía metódicamente su tiempo y dinero. Se autoengaña y es engañado por quienes explotan su adicción disimulada. Las apuestas económicas y políticas no son recomendables por las mismas razones.
Quedar enganchados con deudas, sean o no bancarias, no es garantía para nadie después de las experiencias vividas por todos. Quienes hemos trabajado activamente como abogado, y estudiado complementariamente economía, sabemos que las deudas quitan libertad de movimiento y generan no sólo costos financieros sino también administrativos que la gente no sabe ponderar y evaluar.
Cuando se promocionan financiaciones externas para hacer obras, públicas o privadas, no se dice claramente quién las va a pagar, si nuestra generación o las siguientes. Tampoco muchos préstamos locales orientan de modo tal que sean viables de cumplir. Lamentablemente hay una mayoría de casos en que los deudores se convierten en condenados, momentáneamente excarcelados.
En política también ocurre. Una promesa es un compromiso,pero la impuntualidad en los compromisos es una morosidad que afecta a muchos.
El ciudadano no debe aceptar que se lo considere un circunstancial y ocasional cliente electoral que presta su nombre.
Carlos Besanson |