Venezuela descubrió una nueva herramienta para combatir el creciente crimen callejero y el vandalismo de pandillas: un gimnasio en propiedad horizontal.
«Un complejo deportivo de cuatro pisos de acero y cristal con una cancha de fútbol en la terraza se lleva los créditos por la disminución en la tasa de delincuencia en casi una tercera parte en un vecindario difícil de la capital venezolana, Caracas». Así lo explicó para Clarín Gobal la periodista Rory Carroll.
La noticia dice que desde que se inauguró en 2004, el gimnasio se vio inundado de jóvenes locales quienes pueden asociarse gratuitamente.
Como resultado, según las estadísticas municipales, los robos, los homicidios y otros delitos en el vecindario cayeron el 30%.
El experimento, un éxito tan asombroso como aislado en una de las ciudades más violentas de América Latina, está por repetirse. Un segundo gimnasio vertical abrirá sus puertas en una villa miseria de Caracas este año y el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, está considerando construir uno en Governors Island, en el extremo sur de Manhattan.
El crecimiento desmesurado degradó a la capital de Venezuela, que pasó de ser una urbe moderna en los años 50 a convertirse en una jungla urbana caótica.
La idea del gimnasio vertical surgió cuando las autoridades municipales, con las arcas llenas gracias a las ganancias del petróleo, querían construir un complejo deportivo de 1 millón de dólares en Barrio La Cruz, una villa miseria cerca del centro de Caracas, pero descubrieron que no había suficiente espacio. De modo que un grupo de arquitectos, ingenieros civiles y planificadores urbanos de una firma local, Urban Think Tank, recibió el encargo de construir hacia arriba donde antes había una cancha de fútbol.
El resultado fue un edificio de cuatro niveles y 2.500 metros cuadrados que se erige sobre las viviendas de techos de chapa . Una serie de rampas conectan canchas de básquet, un estudio de danza, una sala para levantar pesas, una pista de carrera, una palestra para escalar y una cancha de fútbol al aire libre.
Abierto hasta tarde los siete días de la semana, al gimnasio concurren aproximadamente 15.000 personas todos los meses.
Fuente: The Observer |